Buscar en el sitio


Contacto

The Winery Dogs

10.07.2014 07:54
he Winery Dogs, supergrupo formado en 2012 por tres ilustres personajes del rock actual, Mike Portnoy en batería (ex Dream Theater, Adrenaline Mob, Transatlantic), Richie Kotzen (ex Mr. Big Big y Poison) y Billy Sheehan en bajo (Mr. Big, Steve Vai, David Lee Roth), debutó en suelos chilenos este martes 30 de julio, descargando los temas de su disco debut homónimo más otras sorpresas, frente a un público enfervorizado -que repletó el Teatro Nescafé de las Artes- con cada nota y acorde interpretado por estos tres maestros.
 
Pasadas las 21 horas y sonando en forma perfecta, entre aplausos y cánticos el trío de virtuosos aparece para comenzar con “Elevate”, primer sencillo de su primera y única placa, editada hace tan solo una semana atrás, pero sus fanáticos ya saben su letra sagradamente.
 
El training musical y fiato de Portnoy, Kotzen y Sheehan es envidiable: cada uno es un erudito en su instrumento y brilla con luz propia. “We Are One”, “Criminal” y “One More Time”, todas composiciones de su debut discográfico, suenan fenomenales y su público las canta como si fueran clásicos. Su rock con tintes blues e influencia de los ‘70, suena muy bien aceitado, potente y lleno de feeling.
 
“Time Machine” saca a relucir un sonido más cercano a la década de los ‘90, con un riff denso, pesado y repetitivo a lo Alice in Chains, para pasar luego a la más introspectiva “Damaged”, sonando melancólica gracias a la voz de Kotzen, quien rasguea su guitarra solo con sus dedos. El compositor dejó de usar uñeta haca ya varios años, buscando sonar más original, y desarrollando una técnica mucho más personal.
 
“Six Feet Deeper” comienza con el bajo de Sheehan, sonando potente, para luego continuar con un solo de batería a cargo de Portnoy, que contrario a lo que se puede pensar, no duró demasiado tiempo (y en el cual sacó a relucir sus dotes). De hecho, el solo de bajo de Billy Sheehan, tras la interpretación de “The Other Side”, fue mucho más extenso, el cual sirvió de puente para la posterior ejecución de “Save Me”. “¡Muchas gracias!”, decía Portnoy tras la batería, entre aplausos incesantes. El músico ya nos había visitado recientemente con Adrenaline Mob, agrupación que abandonó por “conflictos de agenda”, según el mismo comunicó.
 
Acto seguido, una tripleta de canciones de la autoría de Kotzen se toma por asalto el show, partiendo con “Stand”, corte de Native Tongue (1993) de Poison, álbum en el cual el seis cuerdas jugó un papel importante en su composición, grabándolo muy joven, y ya demostrando su calidad. “You Can’t Save me”, de su carrera solista, tema lleno de energía, muestra el lado más agresivo de Kotzen, para luego convertir en un karaoke el teatro con “Shine” de Mr. Big, la cual todos cantan sin excepción.
 
Ya llegando al tramo final del concierto, suena “I’m No Angel”, con agudos de Kotzen escalofriantes, para que con “The Dying” y “Regret” diera por finalizada esta primera parte.
 
Los cánticos pidiendo a la banda de vuelta con todos de pie, logran su cometido. The Winery Dogs regresa y comienza el encore con la versión de “Fooled Around and Fell In Love”, tema del guitarrista de rock y blues Elvin Bishop, parta cerrar de forma definitiva, tras poco más de 70 minutos, con “Desire”, terminando la fiesta al son de las palmas y aplausos.
 
Los “perros de bodega” dejaron en claro que llegaron para quedarse. La banda, que partió como proyecto, tiene mucho que ofrecer a futuro. Entrega, calidad y recorrido musical poseen de sobra.
 
 
Fuente: https://rocknvivo.com/